En el ámbito de la construcción los terrenos rocosos suponen coste y tiempo de ejecución añadido. Cuando se trata de roca de alta o extrema dureza, dos opciones han ganado popularidad en los últimos años, el cemento expansivo y los expansores de gas no detonantes. Ambos tienen como objetivo proporcionar una solución para la expansión controlada de la roca u hormigón, pero difieren en su funcionamiento, aplicación y resultados. En este artículo, exploraremos las características de cada uno y evaluaremos cuál podría ser la mejor opción para diferentes proyectos de construcción
¿Cuál es la Mejor Opción para la Construcción?
Cemento Expansivo
El cemento expansivo tras elaborar la mezcla e introducirlo en la perforación va secando y aumentando de volumen hasta agrietar de forma controlada la roca. Su principal componente activo es una mezcla de aluminatos de calcio, que generan una reacción química que produce un aumento de volumen en el hormigón. Este tipo de cemento es ampliamente utilizado en aplicaciones donde se requiere la demolición controlada de estructuras de hormigón, como en la construcción de carreteras, puentes y edificios. Una de las principales ventajas del cemento expansivo es su capacidad para generar fuerzas de expansión que son capaces de romper el hormigón sin causar vibraciones ni ruido excesivo. Esto lo hace especialmente útil en entornos urbanos donde se deben evitar las molestias causadas por la demolición tradicional. Además, el cemento expansivo es relativamente fácil de usar y no requiere equipos especializados para su aplicación.
Sin embargo, el cemento expansivo también tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, su tiempo de fraguado puede variar dependiendo de las condiciones ambientales, lo que puede dificultar su uso en ciertos proyectos. Además, su capacidad de expansión puede ser limitada en comparación con otros métodos, lo que puede requerir el uso de grandes cantidades de material para lograr resultados significativos.
Expansores de Gas No Detonantes:
Los expansores de gas no detonantes son otra opción para la rotura controlada de roca o hormigón. Estos productos consisten en una mezcla de componentes químicos que al iniciarlos eléctricamente pasan en 1/1000 de segundo de sólido a gaseoso aumentando el volumen de gas y la presión en el barreno hasta que la roca rompe y el gas se disipa. Esta operación es instantánea y no genera ruido, polvo ni molestias a los colindantes.
Una de las ventajas de los expansores de gas no detonantes es su capacidad de producción de forma continua, de 20-30 veces más producción con mucha menos perforación y en mucho menos tiempo, lo que los hace ideales para proyectos con plazos de entrega ajustados o grandes volúmenes.
Ventajas de los Expansores de Gas no detonante frente al Cemento Expansivo
Las ventajas de los expansores de gas no detonantes frente al cemento expansivo son diversas y pueden influir en la elección del método más adecuado para un proyecto de construcción específico. A continuación, se detallan algunas de las principales ventajas:
- Eliminación del repicado: A diferencia de otros métodos de demolición que pueden requerir repicado adicional para completar el proceso, los expansores de gas no detonantes eliminan la necesidad de este paso. Debido a su potencia, la expansión generada por el gas es suficiente para romper y desplazar el hormigón sin la necesidad de repicar, lo que ahorra tiempo y dinero.
- Reducción significativa en el número de perforaciones: Los expansores de gas no detonantes pueden requerir entre un 80% y un 90% menos de perforaciones en comparación con los cementos expansivos. Esta reducción en el número de perforaciones no solo agiliza el proceso de preparación, sino que también reduce considerablemente los costes asociados con la perforación y el tiempo de trabajo.
- Resultados instantáneos: Una de las ventajas más notables de los expansores de gas no detonantes es su acción instantánea. A diferencia del cemento expansivo, que requiere un tiempo de fraguado para que ocurra la expansión, los expansores de gas no detonantes actúan de manera inmediata una vez que se activan. Esto significa que no es necesario esperar tiempos de fraguado prolongados, lo que permite una demolición más rápida, eficiente y económica.
- Expansión uniforme: Los expansores de gas no detonantes tienen la capacidad de producir una expansión más uniforme, controlada y predecible. Esta uniformidad en la expansión puede ser crucial en proyectos donde se requiere un alto grado de precisión en la demolición.
- Seguridad en el manejo: No contienen componentes explosivos y no son combustibles sino comburentes, tampoco representan un riesgo de detonación.
- Menos sensibles a las condiciones ambientales: Los expansores de gas no detonantes no están limitados o son sensibles a las condiciones ambientales, como la temperatura y la humedad, en comparación con el cemento expansivo. Esto significa que son fiables y consistentes en cualquier entorno, lo que facilita su aplicación en cualquier situación.
¿Cuál es la mejor opción?
La elección entre cemento expansivo y expansores de gas no detonantes dependerá de las necesidades específicas de cada proyecto de construcción. En general, el cemento expansivo puede ser más adecuado para pequeños proyectos o trabajos secundarios muy sensibles dado su alto coste y escaso rendimiento.
Los fragmentadores de gas son para cualquier tipo de proyecto y volumen sin importar las condiciones climatológicas o si se trabaja en seco o bajo agua. Aportan alta productividad, rapidez, fiabilidad y seguridad a cualquier proyecto, por sensible que sea.
En última instancia, el uso de fragmentadores de gas reduce tanto el tiempo de ejecución como coste total entre un 50%- 80% frente a cementos expansivos.
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